¡Nunca mejor dicho el miedo guarda viña! ¡Qué hambre
tengo y qué uvas más bonitas tiene esa viña, eh! ¡Pero cualquiera se atreve! ¡Si
no fuera de quien es entraría y cogería un racimo! ¿Y a estas horas quién me va
a ver ahí? Se pregunta ¿eh? Lo mismo tiene sueltos los perros esos….
Que más que perros parecen fieras, ahí no entro yo, así me muera de hambre….
El que se mueva no sale en la foto.
Yo sé que
no es justo lo que nos están haciendo y a lo que nos obligan pero… ¡yo no me
señalo!, pues… ¡yo tampoco! ¿Para qué?¿Para que nos fichen y nos pongan de
patitas en la calle en las primeras de cambio?
El miedo es libre y cada cual
puede coger el que quiera.
Es otro refrán, pero la realidad es otra. ¿Cuándo, quién y
para qué se crea el miedo? No hace falta
irse a las hemerotecas para recordar y poder explicar aquí la vigencia del sistema dictatorial que
duró cuarenta años porque todavía habemos muchos que lo padecimos y lo peor…. Es que el sistema enraizó de tal manera
que hasta los que presumen de demócratas y defensores de la libertad lo
practican.
¿Habrá algo más deprimente para un ser humano que sentir
el miedo físico? El miedo te inutiliza
como persona y le hace llegar a las personas a un estado de cobardía que solo
sirve para ser lacayo de su amo. Yo me pregunto: ¿quien es más cobarde el que
lo sufre físicamente? ¿O el que implanta
el sistema? Si nos damos cuenta estoy fundamentando mi articulo sobre
refranes, que por pura lógica tienen sus añitos, vamos que no me los he
inventado yo… Pero no solo he mirado el refranero, he hecho también eso
que llaman ejercicio de memoria y, uno,
que ya va cumpliendo años, tiene la oportunidad de recordar y de hacer
comparaciones basadas en la realidad sobre
tiempos vividos.
La pena es que solo he vivido dos sistemas políticos: el
de la dictadura franquista y el largo
proceso de transición hacia la
democracia, tan largo…. que dudo que se halla consolidado, cuando escuchas por
los medios de comunicación que un militante del partido comunista de Andalucía
había ingresado en prisión por el hecho de haber tenido un enfrentamiento con
la policía cuando se encontraba ejerciendo un derecho tan básico y tan
elemental como es defender sus derechos y los de todos los trabajadores. (El
miedo guarda la viña) Me indigno, me revelo cuando me doy cuenta de que nos la
cuelan no como dice el refrán… si no de la otra manera hasta sin vaselina. Es
indignante comprobar cómo en la raza humana hay personas tan miserables, que
son capaces de hacer lo más despreciable con tal de mantenerse en un sistema
que les permita mantener su subsistencia y privilegios a costa de los demás.
El que la derecha utilice estos métodos en democracia es
algo inconcebible, pero hasta se puede entender. Pero más indignante es todavía
cuando en un supuesto estado democrático todavía florecen los instintos del ser
humano de lo mamao durante la dictadura franquista, por los que a bombo y
platillo presumen de ser los defensores de los derechos humanos y las
libertades con el objetivo de ganar votos para que les permita mantener un
estatus de superioridad sobre los demás olvidándose de lo que significan las
siglas en las que se ampara.
¿Habrá ejemplos como estos en nuestro pueblo? Si los hubiera… ¡No vale señalar! Por favor….
No caigamos de nuevo en esa trampa involucionista que a la
larga solo pueda traer odio entre las personas. Demos luz a nuestras esperanzas,
acabemos con los miedos y a partir de ese momento, seguir luchando con la
fuerza que da la victoria, pues tras las largas horas de oscuridad, en el
amanecer la luz siempre vence a las tinieblas. Cada día anochece, cierto, pero
para dar paso a un nuevo amanecer, un inicio irrepetible, como cada momento de
libertad.